¿Qué podemos hacer si las abejas han elegido para anidar nuestra casa en el campo o en la propia ciudad? En este artículo veremos cómo es el proceso de formación de un enjambre y cuáles son los métodos más recomendables para su extracción. Como norma general, se prefiere optar por el trabajo especializado de un apicultor antes que por soluciones más drásticas.
El enjambre constituye la forma natural de reproducción de la colmena. La reina pone un número creciente de huevos, y el resultado es una explosión demográfica que puede superar los 60.000 individuos. En ese momento empezará a faltar el espacio en la colmena. Igualmente, el control de la reina para ser la única que pueda depositar huevos se debilita cuando aumenta esa densidad. A ello se puede sumar otro factor como la edad de la propia reina.
En definitiva, en ese momento algunas obreras comienzan el proceso reproductivo y la búsqueda del emplazamiento adecuado para fundar una nueva colonia. Poco a poco el enjambre irá descartando sitios, hasta elegir finalmente uno, que será el que despierte un mayor interés para más exploradoras.
Con la reina lo más protegida posible entre la nube de sus hijas, el enjambre llega con un zumbido intenso al lugar elegido. Lo más seguro es que cause alarma a quien lo observe. Sin embargo, el enjambre es todavía manso. Aún no tiene nada que defender. Días después, cuando se instalen definitivamente, reaccionarán de forma agresiva si intentamos molestar a la nueva colonia.
La fobia a los enjambres se traduce en el rechazo a su presencia por parte de quienes habitan allí donde se hayan instalado. En principio tener una colmena en nuestra vivienda no tendría que suponer un peligro, pero es más que comprensible que no queramos compartir nuestro día a día con estos nuevos inquilinos.
En ese caso lo mejor es ponerse en contacto con empresas especialistas como COPLAGA, que a través de los apicultores vinculados a ella conseguirán con paciencia y habilidad sacar a la reina de su nueva casa y atraer a la mayoría de sus hijas con ella, para meterlas en una colmena limpia y llevarlas a otro lugar.
Hay ocasiones (se procura que las mínimas) en que no queda más remedio que, protegidos con traje y máscara, actuar químicamente contra la colonia para exterminarla. Aunque desagrade a apicultores y a amantes de estos insectos, a menudo es el único procedimiento posible por las dificultades de acceso al enjambre.
Si las abejas han anidado en tu casa y te encuentras incómodo con dicha situación, lo mejor es que llames a COPLAGA a través de nuestros teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para la de Sevilla), y le daremos la solución más rápida, menos molesta y lo más sostenible posible a tu problema.
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