viernes, 21 de enero de 2022

Abejas y avispas: diferencias y cómo actuar si encontramos un nido

Hoy hablamos de las diferencias entre avispas y abejas. A pesar de lo que pueda parecer, no es extraño confundirse, aunque si nos detenemos más notaremos que su físico y comportamiento llegan a ser muy distintos. Ambos pertenecen a los apócritos, suborden de los himenópteros, un grupo de insectos que engloba también a las hormigas y a otras 153.000 especies.


Los tamaños y colores nos pueden parecer similares a primera vista. Las abejas tienen entre 1 y 2 centímetros, y lucen tonos pardos y amarillos o anaranjados. Por su parte, las avispas son generalmente amarillas y negras (o marrón muy oscuro), y su tamaño medio es de unos 1,5 centímetros, aunque algunas especies como el avispón gigante asiático pueden a alcanzar los 5 centímetros, o hasta o 7,5 si contamos con la envergadura de sus alas.

A pesar de estos posibles puntos en común, la fisionomía de ambos insectos es diferente. Las avispas tienen un abdomen con un final puntiagudo y una cintura extremadamente estrecha, mientras que las abejas son algo más corpulentas.

Tampoco sus aguijones son iguales. El de la avispa es liso, y puede picar cuantas veces quiera en su vida, al poder extraerlo fácilmente. Por el contrario, el de la abeja es aserrado y de un solo uso.

En cuanto a las picaduras, aunque la mayoría se salda con una lesión local de poca importancia, los venenos de ambas pueden llegar a producir problemas graves en personas alérgicas. Precisamente, en el caso de tener que tratar una, lo primero que hay que confirmar es si se trata de una abeja o una avispa.

Para ello habrá que revisar la zona de la herida, y comprobar si está o no el aguijón. Si ha sido una abeja, habrá que extraerlo sin romperlo. Nos deberemos ayudar de una pinza o una aguja estéril, y moverlo hacia los lados, lavar la herida con abundante agua y jabón y si es posible aplicar un antiséptico para evitar la infección.

En cuanto al alivio del dolor, sea cual sea habrá que aplicar hielo con un paño limpio o con compresas frías. Si nos ha atacado una avispa lo más recomendable será abandonar el lugar, debido a que al picar liberan una feromona que atrae a otras cercanas.

La alimentación también las diferencia. Las abejas se nutren del néctar y polen que recolectan de las flores, mientras las avispas son carnívoras, lo que les lleva allá donde haya comida.

Otra divergencia notable son sus tipos de nido. En las abejas hay que diferenciar entre las colmenas, que son estructuras fabricadas por el hombre para obtener la miel; y los nidos, que contienen múltiples panales y que construyen de forma natural en los árboles o cavidades rocosas, al soltar una sustancia parecida a la cera.

Por contra, las avispas 'fabrican' sus nidos a partir de arrancar y masticar fibras de madera, hasta convertirlas en una pulpa parecida al cartón. Esos nidos podemos encontrarlos en cavidades de paredes y tejados, o cerca de fuentes de agua como las piscinas.

Es importante tener en cuenta que si encontrarnos un avispero en nuestro entorno sólo podrá ser retirado por parte de bomberos o de expertos en control de plagas suficientemente formados en este campo, como por ejemplo el personal vinculado a COPLAGA.

Si hallas en tu casa de la ciudad o el campo un nido y no eres capaz de diferenciar si se trata de abejas y avispas, y sobre todo si te quieres quedar con la tranquilidad de que sea retirado con absoluta fiabilidad, lo mejor es que te pongas en contacto con COPLAGA a través de nuestros teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para la de Sevilla).

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