Las termitas son unas de las plagas más temidas, ya que se alimentan de la celulosa de la madera, dañándola. En una casa puede haber muchos elementos estructurales de madera, como marcos de puertas y ventanas o vigas.
Si no se detectan y eliminan a tiempo pueden convertirse en un serio riesgo tanto para el edificio como para los que los habitan.
Saber detectarlas e identificarlas es, por tanto, de vital importancia, pero como normalmente son difíciles de ver directamente, queremos daros unas pequeñas pistas para poder hacerlo. Pero, eso sí, si las detectáis no intentéis eliminarlas por vuestra propia cuenta, ni usar remedios caseros, ponerse rápidamente en contacto con un profesional que os podrá hacer un diagnóstico más profundo y efectuar un tratamiento definitivo.
En este sentido, COPLAGA tiene la experiencia y el equipo humano y tecnológico que necesitas para acabar con este importante problema.
Muchas veces, el primer indicio de la presencia de termitas en un edificio es la aparición de termitas aladas. Estas termitas que tienen capacidad para volar son los reproductores de la colonia que abandonan el termitero para reproducirse y fundar una nueva colonia.
Al fenómeno por el cual aparecen de golpe un buen número de termitas con alas se le llama enjambrazón. Los enjambrazones de las termitas subterráneas suelen aparecer entre finales de marzo y finales de mayo, pudiendo aparecer en ocasiones también al comenzar el otoño.
Las termitas aladas son fáciles de confundir con las hormigas aladas, por lo que es también importante saber distinguir unas de otras, asunto del que nos ocuparemos en otro post, en el que trataremos de mostrar las diferencias entre las hormigas y las termitas, no solo las aladas.
Otra de las formas más comunes de encontrar el primer indicio de un ataque de termitas es la aparición de unos cordones que tienen un aspecto terroso, que lo podemos ver tanto pegado a una pared, como “cayendo” del techo, como si de una estalactita se tratase o de otras muchas formas diferentes.
Estos cordones son canales de progresión que las termitas utilizan para poder desplazarse por fuera de la madera protegiéndose de los factores ambientales. Son muy frecuentes en falsos techos, sótanos, cimentación, etc.
Si rompemos la estructura, es posible poder observar hileras de termitas que suben y bajan, aunque muchos de estos canales son utilizados para explorar, y al poco son abandonados.
Como hemos dicho, las termitas son difíciles de detectar por que no se les ve (con excepción de lo que se ha comentado en los párrafos anteriores), y cuando se les ve es porque ya han causado el daño.
Las obreras van consumiendo la madera y construyendo galerías, provocando un daño característico, que puede servir para la identificación, en el que desaparecen las partes blandas de la madera dejando un laminado en forma de hojas de libro.
En ataques muy pronunciados, la totalidad de la madera se consume, dejando tan solo una fina capa exterior, formada por la pintura o el barniz. Esta madera es muy frágil, por lo que es común que al darle un pequeño golpe o incluso con tan solo presionar con el dedo, se deshaga.
Por último, cuando hay silencio, es posible que se pueda oír el trabajo de las termitas en el interior de la madera, por lo que muchas personas se percatan primero de este ruido sin que lo pueda asociar a las termitas hasta que detectan otros síntomas más evidentes, asociando entonces ese ruido que oían por las noches con las termitas.
Si eres propietario de un establecimiento, empresa u oficina, o si quieres asegurarte de que tu domicilio quede libre de las termitas, puedes ponerte en contacto con COPLAGA a través de nuestros teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para la de Sevilla).
