El trabajo principal de COPLAGA es el de combatir las plagas, pero ¿qué organismos constituyen plaga?, ¿cuándo una especie se considera plaga?, ¿en qué cantidad un organismo se puede considerar plaga? Estas son preguntas básicas que nos conducen a buscar el concepto de "plaga".
En el diccionario de la RAE, se define PLAGA, palabra que proviene del latín plaga, ‘golpe’, ‘herida’, como “aparición masiva y repentina de seres vivos de la misma especie que causan graves daños a poblaciones animales o vegetales, como, respectivamente, la peste bubónica y la filoxera”. Por tanto la acción de las plagas puede desarrollarse tanto sobre poblaciones animales como vegetales.
En esta definición no concreta mucho en cuanto a los organismos que pueden ser considerados como plaga ya que menciona como ejemplos tanto una bacteria (Yersinia pestis) como de un insecto (Viteus vitifoliae). La acepción en Biología de la palabra inglesa “pest” (traducido como plaga) también agrupa a una gran cantidad de organismos y así se utiliza por muchos autores incluyendo expresamente cualquier organismo vivo causante de daños o enfermedades al hombre o sus posesiones.
Sin embargo, su utilización conlleva en ocasiones llamativas paradojas, siendo la más significativa el hecho de que la propia humanidad debería ser considerada como plaga. Por cierto, la utilización del anglicismo “peste” como sinónimo de plaga no es aconsejable, del mismo modo que es más correcto utilizar el término “plaguicida” en lugar de “pesticida”.
Pero ¿cuándo podemos considerar a una especie como plaga? Se tiende a asociar el concepto de plaga con la abundancia extraordinaria de una determinada especie, aunque esto no es siempre así. En principio, una determinada especie animal puede constituir plaga siempre y cuando interfiera negativamente con las actividades humanas.
Por tanto, el concepto de plaga se podrá contemplar desde un punto de vista económico, pero también hay que contemplar el sanitario, e incluso el exclusivo del hábitat humano, como las especies que deterioran estructuras y materiales, o aquellas cuya presencia resulte desagradable.
Todo esto está enfocado desde un punto de vista antropocéntrico, está relacionado con el grado de nocividad en un sentido muy amplio y tiene en cuenta el carácter circunstancial del concepto de plaga, que de por sí variaría con el tiempo y el contexto cultural.
Así que cada persona tendrá su propio concepto de plaga. ¿Cuál es el tuyo? Anímate y deja en los comentarios cuál es la plaga que más odias o que más te preocupa.
Si eres propietario de un establecimiento, empresa u oficina, o si quieres eliminar cualquier tipo de plaga de tu domicilio, puedes ponerte en contacto con COPLAGA a través de nuestros teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para la provincia de Sevilla).
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