Algunos municipios están teniendo que poner en marcha planes específicos para hacer frente a las plagas de palomas que padecen desde hace unos meses en sus cascos urbanos, debido al aumento exponencial de ejemplares tras el confinamiento, a causa de la escasa o nula presencia humana que las alejaba en otras ocasiones.
Siempre ha habido palomas en los cascos urbanos, y es frecuente que los Ayuntamientos tengan contratadas a empresas especializadas como COPLAGA, que se encargan de hacer capturas periódicas para mantener a la población estable. Pero en muchos casos no se consideró a esta una actividad esencial durante el estado de alarma, y se detuvo el servicio de capturas de control.
Aunque sea difícil de cuantificar, los ejemplares se pueden contar ahora por miles, con un aumento exponencial de los nidos. Con ello se han multiplicado también las quejas de los vecinos, los problemas de suciedad en las calles y el mobiliario urbano y en porches y patios particulares, con heces que son corrosivas y además pueden provocar daños en las fachadas, atascos en los canalones y deteriorar los tejados, todo ello al margen de la situación nociva para la salud pública en que puede derivar.
Muchos Ayuntamientos (sobre todo los de poblaciones rurales) están reclamando la implicación de los vecinos. Para ello les piden que sellen las ventanas y balcones de las casas que mantengan vacías, y que coloquen mallas en las placas solares domésticas de las viviendas que dispongan de ellas. La parte inferior de estas placas se convierte en un refugio perfecto para el anidamiento, al proporcionar calor en invierno y sombra en verano.
Se da la circunstancia además de que en estos entornos hay pocas distancias entre el campo y el casco urbano, y este tipo de animales se mueven con facilidad de uno a otro para alimentarse y anidar.
Un trabajo más de fondo requiere la coordinación con una empresa especializada como COPLAGA, que puede aportar un asesoramiento profesional en las líneas a seguir a la hora de capturar a los ejemplares. Se estudia para ello cuáles son los lugares de paso de estas aves y, se las atrae con alimento.
Así, de manera gradual se puede capturar a un buen número de estos animales vivos, que se van retirando. Este método garantiza además la protección y el bienestar animal, al tiempo que se controla a la población de palomas de manera sostenible.
Si eres responsable de la salud pública en algún municipio, gestionas alguna empresa o si quieres controlar la presencia invasora de las palomas en tu domicilio o en tu casa rural, ponte en contacto con COPLAGA a través de nuestros teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para la de Sevilla).
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