martes, 26 de enero de 2021

Roedores (I): cómo identificar su presencia


Los roedores son el orden más numeroso de los mamíferos, con cerca de 1.500 especies sobre un total de 4.000 mamíferos. Entre las especies de vertebrados que se han aclimatado al entorno urbano con mayor potencial para llegar a constituir una "plaga urbana", destacan con mucho las ratas y ratones de las ciudades, que viven en asociación estrecha con el hombre.

Las principales especies de roedores de riesgo para el hábitat humano por orden de gravedad son la rata gris o de las alcantarillas (Rattus norvegicus), la más grande y común; la rata negra, de tejado o de barco (Rattus rattus), más pequeña; y el ratón doméstico (Mus domesticus o Mus musculus).

Desde el punto de vista de la salud pública, constituyen un factor de riesgo por las enfermedades que transmiten, bien directamente o a través de los parásitos de los que son portadores. También enfermedades como la triquinosis y la salmonelosis, que pasan al hombre a través del alimento contaminado.

La evaluación de la población de roedores puede presentarse como una actividad inicial en un diagnóstico de situación o como un indicador de los resultados de la campaña o actuación contra ellos.

Entre los diferentes métodos de identificación disponibles cabe destacar los cualitativos, los cuantitativos y los de aproximación, cuando se lleva a cabo en un ámbito o territorio determinado. En esta línea hay que resaltar especialmente dos vías de observación: la de los "rastros de roedores" y la del consumo de alimentos.

Pueden considerarse "rastros" inequívocos de su actividad y abundancia la presencia de ejemplares vivos o muertos, los ruidos que hacen, una abundante cantidad de excrementos, el uso de rutas repetitivas por donde dejan huellas y marcas en su actividad cotidiana o el mordisqueo en materiales cuando estos presentan un color claro o su superficie roída. Otros signos identificativos pueden ser las manchas de orín, pelos o su olor característico.

Por su parte, la alimentación de estos roedores generalmente transcurre por la noche, cuando son mucho más activos. Aunque son omnívoros suelen preferir los cereales, llegando a consumir aproximadamente el 10% de su peso en alimentos cada día. En cualquier caso también pueden ser activos por el día.

Igualmente roen y destruyen muchos más alimentos de los que consumen. En este sentido, la Organización Mundial de la Salud estima que los roedores urbanos causan el deterioro de 33 millones de toneladas de alimentos cada año.

En general, para garantizar la efectividad de un programa de gestión de roedores es necesario considerar elementos como la inspección de las instalaciones o de la zona, para identificar las especies involucradas y los factores ambientales que favorecen su aumento; además de la higiene y limpieza de las instalaciones, para impedirles el acceso a los alimentos y el cobijo.

A ellos debe sumarse la prevención pasiva de la infestación, con la eliminación física de todas las aperturas potenciales y puntos de entrada a través de los cuales pueden introducirse en los edificios; y la reducción de la población mediante la aplicación de rodenticidas, trampas u otras medidas de control adecuadas.

Si tienes sospechas de la existencia de una plaga de roedores en tu empresa o domicilio y quieres contar con la intervención de profesionales expertos en su identificación y control, no dudes en contactar con COPLAGA a través de nuestros teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para la de Sevilla). 

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