Hoy hablamos de cómo prevenir la legionella durante el verano, en cuyos meses de calor es más frecuente. La 'legionella' es una bacteria que vive en aguas estancadas y de una temperatura preferiblemente superior a 35ºC, y que puede ser capaz de poner en peligro la salud y la vida de quien la padece.
Puede acechar en lugares como los grifos, los tanques de agua potable, las piscinas, los jacuzzis y hasta en los nebulizadores que mantienen la temperatura en terrazas y sitios públicos. Su afección se suele asociar a grandes instalaciones, por la dificultad de su mantenimiento, pero también puede proliferar en casa.
Para empresas y otros espacios públicos las medidas son concretas y existen protocolos estipulados, por los que se guía COPLAGA en sus trabajos. Sin embargo, en casa también podemos seguir algunas de esas medidas para prevenir una posible enfermedad.
La base es impedir el estancamiento, evitando que se queden grifos o duchas sin abrir durante mucho tiempo. Se debe evitar tener depósitos de agua potable en zonas donde pueda elevarse la temperatura, como por ejemplo en azoteas y, siempre, deben estar bien tapadas, y evitar la entrada de materia orgánica y otro tipo de contaminaciones.
Es imprescindible reducir la suciedad, la cal y los recovecos. También hay que evitar que el agua alcance una temperatura entre los 30 y los 40 grados, el rango óptimo para su proliferación.
Debemos cuidar el mantenimiento del aire acondicionado de casa, ya que sus microgotas puedes ser un medio general de transporte. Es conveniente asimismo limpiar además las bandejas y filtros que pudieran quedar húmedos constantemente.
Si eres propietario o gerente de un establecimiento, empresa u oficina y quieres prevenir cualquier posible indicio de legionella, ponte en contacto con COPLAGA a los teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para la de Sevilla).
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