Los roedores son una de las plagas más importantes entre las que nos acechan. No solo son portadores de un gran número de enfermedades, como la peste bubónica, el tifus murino o la leptospirosis, sino que pueden causar graves daños materiales, como la destrucción directa de alimentos o su contaminación.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que los roedores urbanos causan el deterioro de 33 millones de toneladas de alimentos al año. La Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) considera que estas especies llegan a producir anualmente pérdidas cifradas en un 5% de las cosechas de todo el mundo. Se estima que dañan o inutilizan el doble de los alimentos que consumen, bien sea por efectos directos o por contaminación por la orina, heces, pelos y secreciones sebáceas.
Se da la circunstancia de que necesitan roer regularmente para mantener sus incisivos afilados. Por este motivo dañan las tuberías de plomo y otras estructuras de metales blandos, maderas, plásticos, aislamientos de polietileno o cables eléctricos, y así acceden al interior de los edificios y almacenes para anidar, conseguir alimentos o materiales para construir sus nidos.
En las centrales eléctricas, los cables roídos pueden causar graves daños al igual que en empresas de alta tecnología, como centros informáticos; en edificaciones, llegando a provocar incendios; y en industrias alimentarias o centros de alimentación donde contaminan y deterioran los alimentos de consumo humano.
Si eres propietario de un establecimiento, empresa u oficina, o si quieres eliminar cualquier posible rastro de roedores de tu domicilio, ponte en contacto con COPLAGA a los teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para Sevilla).
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