jueves, 6 de agosto de 2020

'Legionella': recomendaciones para evitar su presencia en casa

La legionelosis es una enfermedad bacteriana de origen hídrico causada por la bacteria Legionella pneumophilla. El riesgo para la salud depende de su concentración, de la biocapa existente en las tuberías o del tipo y el estado del sistema inmunológico de cada persona. Incluso una pequeña concentración en la ducha que se inhala con el vapor de agua caliente podría ser suficiente.
Las instalaciones que más frecuentemente se encuentran contaminadas con Legionella y han sido identificadas como fuentes de infección son los sistemas de agua sanitaria (caliente y fría), las torres de refrigeración, los condensadores evaporativos o los sistemas de filtración y descalcificadores. La estanqueidad puede provocar alteraciones importantes de la calidad química y microbiológica del agua, con la aparición de riesgos para la salud pública, entre los que se puede incluir la presencia de patógenos.

Se habla de los riesgos derivados del agua estancada en hospitales, hoteles, residencias, industrias, polideportivos, centros de ocio, gimnasios, piscinas o en las clínicas dentales, en las que se usan líneas de agua que pueden generar aerosoles. Se recomienda realizar análisis de Legionella en las zonas de mayor riesgo, para verificar su ausencia. Pero ¿qué ocurre con nuestras casas?

Las recomendaciones para evitar la presencia de Legionella en casa se basan sobre todo en evitar el estancamiento del agua y el rango de temperaturas en el que la bacteria encuentra su hábitat ideal. Evita el uso de filtros y accesorios innecesarios, utiliza difusores de gota gruesa en las duchas y purga semanalmente los grifos de poco uso, dejando correr el agua 4 ó 5 minutos.

Desmonta los difusores y los filtros, y desinféctalos una vez al año, sumergiéndolos en lejía diluida u otra sustancia desinfectante. Elimina las incrustaciones de cal, utilizando productos para ello. Puedes utilizar un descargador automático para evitar la retención de agua en el latiguillo de la ducha. Y si tienes bañera o jacuzzi, límpialos y desinféctalos después de cada uso.

Igualmente, si cuentas con equipos de aire acondicionado, por lo menos una vez al año limpia las bandejas y desinféctalas con lejía diluida. Si dispones de un termo eléctrico o de una caldera de combustión con acumulador, mantén la temperatura del acumulador por encima de los 60ºC, y no lo apagues durante la noche. Si tu agua caliente depende de un sistema centralizado, contempla un programa anual de mantenimiento que incluya la limpieza de los tanques y tratamientos de carácter preventivo.

Mas allá de pequeños consejos de mantenimiento, y sobre todo si tienes la responsabilidad sobre alguna instalación que preste servicio al público, para alejar cualquier duda sobre la presencia de la Legionella ponte en contacto con COPLAGA a los teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para Sevilla).

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