La mosca doméstica es el díptero más frecuente en nuestras casas. Tiene hábitos diurnos, y se alimenta de materia orgánica en descomposición. El riesgo de su presencia no se limita a sus molestias, sino que además es una potencial trasmisora de bacterias como la salmonella, la e-coli o la enterobacter, además de portar parásitos u hongos.
Para prevenir su aparición hay que evitar varios factores. Por un lado, la existencia de puntos con acúmulos de agua innecesarios (las moscas, como todos los dípteros, necesitan de este elemento para su reproducción). Por otro, su contacto con los alimentos, para lo que habrá que extremar la limpieza tanto en las cocinas como en las estancias donde se almacenen los productos de alimentación.
A diferencia de otras plagas, cuyo umbral de tolerancia es de cero individuos (como en el caso de las cucarachas), la presencia puntual de moscas en la vía pública no debe ser motivo de especial preocupación. Habrá que pensar en avisar al Ayuntamiento sólo cuando se trate de un volumen muy grande, concentrado en un punto concreto y de forma continua en el tiempo.
Los tratamientos de fumigación en la vía pública no siempre están indicados. Para eliminar la presencia de moscas es imprescindible identificar previamente la especie concreta de que se trate. La identificación del foco es practicamente tan importante como el tratamiento en sí. Esto se debe a que en caso contrario, algunas especies podría volver a aparecer periódicamente.
Si sufres de una plaga de moscas en tu domicilio, establecimiento o empresa, contacta con un servicio profesional de control de plagas como el de COPLAGA. Para ello tienes a tu disposición nuestros teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para la de Sevilla).
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