El objetivo de una gestión integrada de plagas es identificar cuáles son las estrategias necesarias para manejar esas plagas y reducir riesgos posteriores. Pero, ¿cuáles son los pasos que se siguen para llevar a cabo un plan de control de plagas? Normalmente se combinan tres elementos: el diagnóstico de la situación, el programa de actuación en sí mismo y la evaluación posterior.
- El diagnóstico de la situación requiere recopilar y analizar previamente información sobre la instalación. Lo siguiente será realizar una inspección preliminar, para efectuar una recogida de datos y detectar los indicios de infestación. El diagnóstico quedará plasmado en un documento que contemplará aspectos biológicos, ambientales y de comportamiento de la plaga, así como las medidas y estrategias de actuación.
- El paso siguiente sera la elección del programa de actuación. Este debe afrontar medidas sobre los elementos estructurales y constructivos de las instalaciones, de optimización de sus condiciones higiénico-sanitarias y ambientales y otras orientadas al desarrollo de comportamientos y hábitos saludables, así como por supuesto las medidas de control directo.
- Finalmente llegará el momento de la evaluación, en el que se deben considerar el grado de cumplimiento del programa de actuación, su efectividad y las posibles incidencias. Después de la implantación del plan de control debe llevarse a cabo una estrategia de mantenimiento, que recoja las actividades a desarrollar para asegurar una adecuada conservación de las condiciones higiénico-sanitarias de las instalaciones y de su entorno.
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