Las garrapatas son los ácaros que se alimentan de sangre más importantes. En muchos de ellos su saliva puede producir reacciones alérgicas y hasta transmitir enfermedades. Dentro del orden Ixodida hay dos familias que tienen importancia como plagas urbanas: la Ixodidae, también conocida como “garrapata de cuerpo duro”, y la Argasidae, o “garrapata de cuerpo blando”. Veamos sus diferencias.
Las garrapatas de cuerpo duro se denominan así porque poseen una zona de la quitina de la parte superior muy endurecida, que se denomina “escudo dorsal”. Son parásitos de vertebrados. Pasan una parte de su ciclo vital fijados a la piel de estos, alimentándose de su sangre.
Las que se suelen tratar son denominadas "garrapatas de tres hospedadores", ya que necesitan alimentarse a lo largo de su ciclo evolutivo en tres animales diferentes. No están activas a lo largo de todo el año, sino durante cortos periodos de tiempo, cuando las condiciones climáticas favorecen su desarrollo y su reproducción.
Son recogidas por nuestros perros, en visitas a pueblos o en paseos por el campo en lugares donde son frecuentes la presencia de rebaños de ovejas o de animales silvestres.
Al picar cortan la piel, y una vez que abandonan a su "víctima" queda una herida a cuyo alrededor hay una caída del pelo y una desescamación de la piel, costras y puede llegar a infectarse si se rasca. En ocasiones el problema no es sólo la picadura, sino que la simple presencia de cientos de garrapatas desplazándose por el suelo, paredes, cortinas o muebles origina nerviosismo y estrés.
Cuando nuestra mascota vuelva a casa después de pasear por una zona de riesgo, será conveniente hacer una inspección superficial del cuerpo, y muchas veces como tardan en encontrar la zona adecuada donde fijarse a la piel, las garrapatas se pueden capturar mientras se desplazan entre los pelos.
En caso de infestaciones graves debemos de tratar a los perros para matar a las garrapatas que estén prendidas antes de que se suelten y puedan continuar el ciclo dentro de las casa.
El control de garrapatas en el ambiente fuera del animal se debe abordar conjuntamente con medidas físicas y métodos químicos de control, en caso de infestaciones masivas externas. Lo mejor es dejar en manos de expertos la elección de los productos para la aplicación de un control químico tanto en la vegetación de los jardines como en perreras o en el interior de las casas.
Las de cuerpo blando, parásitos de aves
Por su parte, la garrapatas de cuerpo blando carecen del escudo dorsal que tienen las Ixodidae. Son parásitos de aves, y están muy ligados a sus zonas de cría y reposo. Solo pican accidentalmente a los mamíferos si estos frecuentan esos sitios.
No necesitan permanecer mucho tiempo sobre el animal hospedador, puesto que sus piezas bucales están adaptadas para una alimentación rápida, entre 30 y 70 minutos como máximo, picándole sobre todo cuando el ave está durmiendo o en reposo. No suelen abandonar el hábitat de cría, por lo que puede encontrarse entre los materiales que componen el nido, o en grietas próximas a él o a las zonas de reposo.
Originan problemas en casas que son frecuentadas por palomas u otras colonias de aves. En su caso, antes de hacer los tratamientos con acaricidas habría que encontrar los lugares donde crían las aves e impedir el acceso a esos lugares con métodos físicos como cerrar o arreglar las ventanas, o poner telas metálicas de malla.
Igualmente, antes de aplicar cualquier acaricida es fundamental la limpieza de la zona, quitando todos los restos de nidos y de excrementos, y sellar las grietas, que son los lugares donde se suelen ocultar las garrapatas.
Tanto si te enfrentas a una plaga de garrapatas de cuerpo duro como de cuerpo blando, lo mejor es acudir a expertos en su control como los profesionales de COPLAGA. Para ello ponte en contacto con nosotros a nuestros teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para la de Sevilla).
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