Aunque estrictamente el término "desinsectación" se refiere solo al control de insectos, realmente se entiende como las operaciones necesarias para controlar y erradicar todo tipo de plagas de artrópodos. Hoy veremos cuáles son sus objetivos y las premisas para garantizar su eficacia, los tipos de medidas que se siguen y los métodos que se utilizan.
El objetivo de la desinsectación es el control, y si fuera necesaria la eliminación de los insectos, por lo cual hay que considerar algunos aspectos generales para garantizar la eficacia de estas actuaciones, como modificar las condiciones ambientales de la zona o instalación, priorizar la intervención en el lugar donde haya presencia humana, seleccionar adecuadamente el método y técnica de control según el tipo de plaga y elegir la época del desarrollo de la especie que sea la más apropiada y en la que esta tenga una mayor vulnerabilidad.
Tipos de medidas a seguir
Existen varios tipos de medidas a seguir, como las de saneamiento del lugar y las preventivas. Las medidas de saneamiento buscan modificar las condiciones estructurales del medio donde se desenvuelve una determinada especie, creando las condiciones básicas necesarias y limitando la disponibilidad de alimento, agua y cobijo, para impedir que proliferen y se multipliquen.
Estas medidas comprenden tres grandes apartados: el control de los residuos sólidos que se generan, el tratamiento de las aguas residuales y la higiene y el saneamiento de los edificios e instalaciones.
En cuanto a las medidas preventivas, estas persiguen asegurar las condiciones elementales para evitar la proliferación o el acceso de estas especies. Entre ellas destacan evitar la presencia de grietas y humedad en las instalaciones, eliminar correctamente las basuras, la limpieza e higiene tanto ambiental como personal, proteger los alimentos e instalar sistemas de aislamiento y protección.
Métodos que se pueden utilizar
Entre los métodos que se pueden utilizar para la desinsectación se diferencian los físicos, los de lucha biológica y los químicos. Los métodos físicos (como los aspiradores, el calor, el frío, la luz ultravioleta o las ondas sonoras y microondas) no son eficaces para combatir una plaga cuando ésta se plantea a gran escala, sino solo para poblaciones reducidas.
Por su parte, los métodos de lucha biológica utilizan especies depredadoras y compuestos denominados biorracionales, que no alteran el medio ambiente. Es el caso del uso de algunos animales, de los insecticidas bacterianos y de los imitadores de hormonas, entre otros.
Los métodos químicos son un arma importante en la lucha contra las plagas y vectores de enfermedades humanas, y muchos de ellos son muy eficaces para los tratamientos ambientales. Existen tres etapas que se han ido sucediendo a lo largo de la Historia por lo que se refiere al uso de plaguicidas: los insecticidas clásicos, los de síntesis y los insecticidas biorracionales y microbianos.
Las técnicas más comunes de desinsectación química tienen como objetivo que el plaguicida o biocida llegue al máximo de lugares con el mínimo gasto de producto y la máxima eficacia, teniendo en cuenta cómo se presenta y el propio comportamiento de la plaga. Hay una gran amplitud de técnicas que se pueden utilizar, según el caso ante el que nos encontremos.
De cara a una desinsectación, la elección de las medidas y métodos deben dejarse en manos expertas de técnicos como los de COPLAGA, para así garantizar su eficacia. Para ello puedes ponerte en contacto con nosotros a través de los teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para la de Sevilla).
No hay comentarios:
Publicar un comentario