La Organización Mundial de la Salud ha asegurado que la probabilidad de que nuevos virus animales den el salto a los seres humanos va en aumento, debido a la industrialización y a la reducción de los espacios salvajes. En este segundo factor juega un papel fundamental el control de plagas, si queremos minimizar los riesgos de que nuevas zoonosis (esas enfermedades que se transmiten directamente entre animales) puedan llegar hasta nuestras vidas.
Las vías de transmisión de un patógeno de un animal a un ser humano son principalmente cuatro: por contacto directo, con mucosas, heces u orina del animal infectado; por contacto indirecto, con hábitats o materiales; por transmisión alimentaria, al ingerir alimentos contaminados; y a través de vectores.
Aproximadamente la mitad de las zoonosis son transmitidas de animales a humanos por vectores. Las principales a nivel mundial por incidencia y gravedad suman una veintena. Destacan los mosquitos, con la malaria y la fiebre amarilla; las cucarachas, con la salmonelosis; las ratas, con la leptospirosis; los flebotomos ,con la leishmaniasis; y las garrapatas, con la enfermedad de Lyme, la fiebre botonosa del Mediterráneo y la erliquiosis.
El riesgo existente se puede contener con políticas activas de prevención y prestando una especial atención a un control de plagas efectivo, que evite la proliferación de zoonosis. Este tipo de amenazas para la salud es recomendable abordarlas a nivel global, con un enfoque en el que se incluya al control de plagas.
Si te enfrentas a cualquier de estos vectores que pudieran repercutir en la transmisión de enfermedades de animales a humanos y buscas una intervención especializada, contacta con COPLAGA a través de nuestros teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para la de Sevilla).
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