Hace ya varias semanas hablábamos de las plagas que pueden afectar al almacenamiento de los diferente tipos de grano obtenidos en una explotación agrícola. Siguiendo con esa línea relacionada con el campo, hoy nos detendremos en aquellas otras plagas que pueden afectar a una granja avícola.
Estas plagas se convierten en algo más que un inconveniente, ya que pueden ser devastadoras en cuanto a pérdidas de peso y de producción. como observaremos, un control integrado será una de las claves principales para combatir a tres ectoparásitos comunes que se se suelen encuentran habitualmente en estas instalaciones, como los ácaros, los piojos y las chinches.
Para el control de los ácaros es necesaria la identificación correcta de la especies a partir del lugar en que se encuentran. Algunas especies se encuentran generalmente bajo las plumas de las aves. El más importante de los que afecta a las granjas es el ácaro del norte (Ornithonyssus sylvarum). Por su parte, otra especie como el ácaro rojo (Dermanyssus gallinae) es aproximadamente 1,5 veces mayor que el del norte, y a diferencia de este pasa la mayor parte de su tiempo fuera del ave, en las grietas de las naves.
Otra posible amenaza son los piojos. En general se clasifican como mordedores o chupadores, en función de sus partes bucales y de sus hábitos de alimentación. Los primeros de ellos son los que atacan a las aves domésticas. No las dejarán a no ser que sea para pasar de unas a otras, sobre todo en una granja libres de jaulas, lo que favorecerá la proximidad entre los ejemplares.
Por último, las chinches se han convertido en una plaga importante y emergente dentro de los sistemas de producción avícola. entre otros efectos, pueden causar reacciones cutáneas graves ya no solo en las aves, sino también en los operarios de las instalaciones.
La clave para el control de estos tres insectos es la gestión integrada de plagas, tanto si se dispone de una instalación en jaulas como de aves en el suelo. Este enfoque será esencial para mantener a las manadas sanas y libres de ectoparásitos.
Ello implica el empleo de varios métodos de control, ya que un enfoque único no termina no siendo ni lo más eficaz ni lo más económico para mantener unas bajas poblaciones de parásitos. Dentro de esta estrategia de tipo integrado, la monitorización continua de las poblaciones de plagas será igualmente fundamental para garantizar que las medidas funcionan bien.
Lo mejor es dejar este control integrado frente a posibles plagas en las aves de granja en manos de personal especializado y con los mejores medios técnicos como los de COPLAGA. Para ello ponte en contacto con nosotros a través de nuestros teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para la de Sevilla).
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