Parece que solo cuando se produce una infección masiva, por ejemplo por la presencia de bacterias que puedan afectar nocivamente a las personas a través del consumo de algunos productos en concreto, resurge la conciencia de la necesidad de aumentar los procesos de vigilancia en la industria alimentaria.
Las empresas y la Administración deben incluir la gestión de plagas en sus sistemas de calidad. Para ello se debe acudir a los servicios de empresas como COPLAGA, que cuentan con profesionales de la gestión y prevención de estas plagas y que se encargarán de supervisar todos los procesos de la cadena de producción.
La clave está en actuar desde la prevención, pero no solo cuando el producto esté siendo comercializado, sino de supervisar las prácticas y procedimientos que lleva a cabo la industria alimentaria en toda la cadena para garantizar la calidad óptima de los productos que ofrece, a través de prácticas de control de calidad.
Estas prácticas deben tenerse en cuenta desde el origen de las materias primas hasta la llegada de los productos al punto de venta, pasando evidentemente por los centros de producción. El paso adelante debe ser contemplar a la gestión de plagas dentro de los sistemas de control de calidad de estas empresas, de manera que participen de forma activa y con pleno conocimiento en el plan de prevención, los procesos de control y los sistemas de vigilancia.
En definitiva, el trabajo que realizan empresas especializadas como COPLAGA no debería ser solo el de tratamientos que actúan cuando la plaga es evidente y surge la necesidad apremiante de aplicar el tratamiento oportuno, sino ir más allá.
Es importante que los empresarios y los trabajadores perciban el riesgo que estos brotes pueden suponer para las personas, de manera que se hagan imprescindibles el control de los proveedores y una formación en medidas de prevención, factor fundamental para actuar antes de que pueda producirse cualquier consecuencia.
Las industrias alimentarias deben tener contratadas a empresas de gestión de plagas como COPLAGA, que supervisen todos los procesos, de manera que valoren qué puntos de ellos es necesario controlar para reducir los riesgos, algo que solo se consigue con profesionales formados y de máxima capacitación.
Con ellos existirá la garantía de que con unos mínimos controles no va a producirse una plaga. Si los empresarios no perciben los riesgos que existen detrás de la ejecución de determinadas prácticas, es muy difícil que se lleven a cabo esas medidas de prevención necesarias para evitar riesgos.
De cara a activar esas pautas de prevención en la industria alimentaria, que deben extenderse a todo el proceso de producción, distribución y comercialización, una solución de garantía es contactar con COPLAGA a través de nuestros teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para la de Sevilla).
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