Factores como las condiciones climáticas, el tipo de construcciones que predomina en cada territorio, el turismo y el movimiento de personas (que favorece que las plagas se desplacen con ellas de un lugar a otro) o la propia globalización, además de elementos inesperados como el confinamiento, explican la diferente distribución de las plagas según las zonas de España.
Roedores y cucarachas son las principales que azotan anualmente a nuestro país, pero además de las "plagas perennes", entre los meses de abril y octubre aparecen otras de carácter estacional. No es fácil prever cuándo lo harán, pero sí dónde, atendiendo a las condiciones más favorables que ofrece cada zona del territorio para la proliferación de las diferentes especies. A grandes rasgos, y según un análisis realizado por EZSA, estas plagas se pueden dividir en cuatro grandes zonas del territorio peninsular.
En el norte además de los roedores destacan las termitas, debido a la humedad y a la abundancia de construcciones de madera. También la avispa asiática, especialmente en Galicia, por ser una comunidad que reúne condiciones como la humedad, el frío y bosques de árboles altos.
En el sur, el calor y la humedad son clave para la proliferación de la cucaracha americana. Igualmente, las moscas y los mosquitos hacen su temporada especialmente en zonas de humedales, ya que el agua estancada es su ambiente predilecto.
En el centro y el oeste destaca además de los roedores la cucaracha germánica. Ello responde a que la mayoría de las poblaciones son ciudades de siglos, con alcantarillados antiguos, redes de metro muy profundas, conducciones subterráneas y garajes.
En el este lideran el ranking de plagas las cucarachas germánica y americana. En Cataluña predominan las termitas, mientras que la oruga procesionaria, que habita principalmente en los pinos, se observa especialmente en la zona de Aragón.
El calentamiento global del planeta es una de las principales causas de la expansión de la estacionalidad de algunas de estas plagas, contribuyendo a que algunas especies sobrevivan más tiempo, dilaten su época de proliferación y maduración y extiendan su hábitat a zonas donde no tenían presencia antes.
Un elemento "sorpresa" ha sido la irrupción del coronavirus. El confinamiento de la población durante toda la primavera provocó para estas especies una escasez de alimento y desperdicios.
A la hora de afrontar el control de cualquier plaga lo ideal es apostar por la prevención y el mantenimiento. Para ello, y sea cual sea la especie, la zona concreta y la estacionalidad según el momento del año en que nos encontremos, ponte en contacto con COPLAGA a través de nuestros teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para la de Sevilla).
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