Las provincias costeras de nuestro país que se ubican en zonas templadas son las que más sufren año tras año la proliferación de los mosquitos. Su ubicación geográfica y su clima suave las convierten en un punto estratégico para estos insectos, que salen de la hibernación entre los meses de abril y mayo.
Más allá de esta constante, las segundas residencias se han convertido en los últimos tiempos en un factor clave en la expansión de los mosquitos. Los cierres perimetrales con motivo de la pandemia han dificultado el mantenimiento de estas viviendas vacacionales, abandonadas forzosamente por este motivo.
Desde que se limitara el tráfico entre provincias y el resto de comunidades de nuestro país para reducir la incidencia de contagios, miles de casas de municipios de interior y del litoral de estas zonas turísticas se han quedado sin estar habitadas, ni en los fines de semana ni en las vacaciones de Navidad o Semana Santa.
La gran mayoría están ubicadas en municipios costeros, por lo que tienen todo 'a su favor' para convertirse en el destino favorito de los mosquitos. No poder ir al apartamento de la playa o a la casa de la montaña influye en la reproducción de estos insectos. Esta primavera ha llovido mucho, y la acumulación de mucha agua es el foco perfecto para las larvas ante la falta de fumigaciones.
Estas acumulaciones de grandes cantidades de agua han podido contribuir a que se originen miles de nuevas larvas de mosquitos, un efecto que se ha visto aumentado por la ausencia de trabajos especializados de control en los alrededores de esas viviendas.
Si estás organizando ya todo para volver este verano a tu casa en la playa y quieres recuperar el tiempo de ventaja que hayan podido tomar los mosquitos durante los cierres perimetrales, ponte en contacto con COPLAGA a través de nuestros teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para la de Sevilla).
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