miércoles, 11 de agosto de 2021

Garrapatas: qué hacer ante una plaga en aumento de peligrosas consecuencias


En los últimos años se ha observado que el número de garrapatas no ha parado de aumentar de una manera disparada en España. Lo más recomendable es extremar las precauciones ante una tendencia que puede resultar peligrosa para la población, sobre todo debido a los posibles efectos letales de su picadura.

El aumento de casos que se han vivido en ocasiones en consultas médicas y veterinarias es consecuencia principalmente del incremento de las temperaturas por el cambio climático, factor que alarga el periodo de actividad de estos parásitos. A este respecto, lo recomendable sería que las administraciones públicas que lleven a cabo los tratamientos de control y prevención oportunos.

Estos artrópodos habitan generalmente en las hierbas altas del campo, en lugares de abundante vegetación y animales. Su picadura puede resultar fatal para el ser humano, ya que pueden transmitir graves enfermedades como la enfermedad de Lyme, la encefalitis vírica o la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo.

Esta última es endémica de África, y el primer caso no se detectó en España hasta 2013. Desde entonces se han contabilizado una decena de personas afectadas, de las que tres fallecieron a consecuencia de la picadura. Entre los síntomas más comunes destacan la aparición súbita de fiebre, dolor muscular, mareos, dolor y rigidez de cuello, lumbago, cefalea, irritación de los ojos e hipersensibilidad a la luz.

Durante los primeros días estas señales pueden venir acompañadas de náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal y dolor de garganta. A ellas pueden seguirle cambios de humor bruscos, confusión, somnolencia, depresión y debilidad. Otros signos clínicos posibles son la taquicardia o diversos fenómenos hemorrágicos.

Tampoco los perros escapan a su picadura, puesto que pueden contraer enfermedades como la babesiosis y la erliquiosis.

Para evitar a estos parásitos es recomendable mantenerse alerta no solo durante los paseos o rutas de senderismo por el campo, sino también al desplazarse a otros entornos como parques, jardines, piscinas o playas. Conviene utilizar ropa protectora adecuada, que deje visible la menor superficie de piel posible.

Una vez de vuelta a casa, para detectar si tenemos cualquier garrapata que se haya adherido la medida más básica es inspeccionar nuestra ropa y tanto nuestra piel (principalmente la de las axilas, el cuello, la cintura y la cabeza) como nuestro pelo.

En caso de que nos encontremos con algún ejemplar, habrá que retirarlo rápidamente (pero siendo siempre cuidadosos de realizar este procedimiento con la técnica adecuada) y si es posible, conservarlo de cara a posibles análisis posteriores.

Si no estamos hablando de un caso puntual sino de una infestación en toda regla, ya sea en el medio rural o en nuestra casa, lo mejor será acudir a especialistas como los de COPLAGA. Para ello ponte en contacto con nosotros a través de nuestros teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para la de Sevilla). 

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