La rata negra (Rattus rattus) es originaria de Asia, pesa en torno a 250 gramos, es extremadamente ágil y posee una capacidad de reproducción asombrosa. Las hembras permanecen activas hasta nueve meses al año, y en ambientes urbanos con alimento abundante pueden llegar a reproducirse de manera ininterrumpida, dando lugar a unas cinco camadas al año.
Su ámbito de actuación suele estar en los parques y jardines, sin acceder a los sistemas de alcantarillado exterior o a los saneamientos interiores. Si bien hasta el momento esta especie de rata era más habitual en ciudades portuarias, desde hace algún tiempo también se detectan en otras de interior.
A diferencia de las ratas de alcantarilla (Rattus norvegicus) suelen vivir en las alturas y establecer su residencia en árboles, tejados o áticos, por citar algunos ejemplos. Esto hace que en muchas ocasiones sus nidos sean difícilmente diferenciables de los de las aves.
Como el resto de roedores comensales en general, el mayor riesgo de esta especie es su capacidad de actuar como vector transmisor de graves zoonosis, como la leptospirosis, la salmonelosis, la enfermedad de Weil o el hantavirus, entre otras.
Además de los tratamientos de control que llevan a cabo las empresas de gestión de plagas como COPLAGA en colaboración con los Ayuntamientos, la prevención es la mejor herramienta. Es muy importante que los ciudadanos gestionen sus residuos con el mayor civismo, para evitar focos de basura que puedan atraer a este tipo de animales. A este respecto se pide que no la depositen en la vía pública fuera de los contenedores destinados a tal efecto.
Si llevas adelante las competencias de salud pública en un Ayuntamiento o quieres mantener las instalaciones de tu empresa o tu casa a salvo de ratas negras o de cualquier otro tipo de roedor, contacta con COPLAGA a través de nuestros teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para la de Sevilla).
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