jueves, 16 de septiembre de 2021

Gaviotas: factores que pueden repercutir en una mayor presencia en las ciudades en un futuro próximo


Alimentarse de residuos convierte a las gaviotas patiamarillas (Larus michahellis) en vectores potenciales de enfermedades. Un estudio del Grupo de Ecología de Aves Marinas de la Facultad de Biología y el Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la Universidad de Barcelona ha revelado que su dieta ha cambiado drásticamente en los últimos veinte años.

Cerca del 50% de sus recursos alimenticios procede hoy de los vertederos o de las industrias cárnicas, cuando hasta ahora consumían recursos estrictamente marinos. El incremento de la población humana en ciertas zonas y la abundancia y disponibilidad de esos residuos orgánicos pueden explicar su patrón alimentario actual.

Las gaviotas son una especie con una alta capacidad para adaptarse a los hábitats transformados por la acción humana. En paralelo, la gran disponibilidad de alimento ha disparado las poblaciones, una situación que comporta problemáticas asociadas sobre todo con su interacción con las personas.

En las últimas décadas el modelo de consumo humano ha hecho que la producción de subsidios alimentarios haya crecido mucho, lo que ha comportado que ahora sean una fuente de alimento esencial para muchas poblaciones de fauna salvaje. Estas especies pueden aumentar notablemente sus poblaciones y originan problemas como las molestias en las ciudades, la transmisión de enfermedades o accidentes en carreteras o aeropuertos.

La gaviota patiamarilla en concreto es una especie completamente adaptada al uso de subsidios alimentarios de origen humano. Tiene una enorme plasticidad alimentaria y de comportamiento, y esto hace que se pueda alimentar con diversidad de recursos. Estos hábitos alimentarios la convierten en un vector potencial de enfermedades, aparte de favorecer explosiones demográficas.

Las conclusiones del estudio revelan varios cambios significativos en la dieta de las gaviotas patiamarillas. Pero el escenario actual se agravará indirectamente aún más debido a varias políticas impulsadas por la Unión Europea, que reducirán la accesibilidad de las gaviotas a los subsidios alimentarios.

Varias directrices comunitarias relativas al vertido de residuos conllevarán una gran disminución de los restos disponibles en los vertederos. Igualmente la política europea sobre la conservación de los recursos pesqueros, que conlleva la prohibición de tirar por la borda el rechazo de la pesca (principal fuente de alimento de muchas aves marinas hoy en día) podría acabar con la imagen de estas siguiendo la ruta de los pesqueros para alimentarse.

Si consideramos la falta de disponibilidad de alimento de la gaviota, además de la dificultad de cubrir su demanda energética solo con el consumo de invertebrados terrestres, todo apunta a una mayor presencia en las áreas urbanas en un futuro no muy lejano, sin olvidarnos de los problemas asociados que ello supone.

Como tantas otras veces hemos hablado, la prevención y la atención a factores como estos es clave a la hora de controlar ese aumento en la llegada. Cuando esta ya se ha producido, lo ideal es recurrir a soluciones sostenibles, como las que propone COPLAGA. Si te encuentras ya ante una situación de este tipo ponte en contacto con nosotros a través de nuestros teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para la de Sevilla).

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