La presencia de palomas en el medio urbano puede convertirse en un problema para salvaguardar la salud de los ciudadanos. En ocasiones la situación puede ser urgente, por lo que es recomendable que sea atajada por las administraciones. La idea es que se tomen medidas que contribuyan a controlar esta especie, potencial transmisora de decenas de enfermedades.
De lo contrario, la situación puede agravarse considerablemente. Hay que contar con que no tienen prácticamente predadores, pueden comer de todo y se reproducen en cualquier estación y especialmente rápido, además de anidar en cualquier cavidad.
La exposición a las aves y a sus excrementos infectados por hongos cryptococcus puede generar enfermedades pulmonares, y hasta llegar a producir la muerte. Por otra parte, las palomas pueden transmitir múltiples enfermedades infecciosas. Además de con el contacto con los excrementos, también pueden contraerse enfermedades por su inhalación en forma de polvo microscópico.
Los más expuestos son los niños y todas aquellas personas que tengan alguna enfermedad respiratoria o el sistema inmune debilitado. Entre las enfermedades más importantes que pueden transmitir se encuentran la salmonelosis, la alveolitis alérgica, la clamidiosis, la criptococosis y la histoplasmosis. Las palomas también portan ectoparásitos como los piojos y las garrapatas.
Además de a la salud, los excrementos de las palomas pueden causar daños al mobiliario urbano y al patrimonio arquitectónico. Sus heces, que pueden llegar a los 15 kilogramos al año, son altamente corrosivas, y muchas contienen semillas que germinan en las fachadas de edificios protegidos, lo que los afea y los daña.
El impacto es tal que en más de una ocasión la Federación Española de Municipios y Provincias, en colaboración con la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA), ha celebrado jornadas sobre la gestión de las aves en el medio urbano, tendentes a plantear una cohabitación sostenible.
Si te encargas de la gestión de estos asuntos en algún municipio y consideras que las palomas están suponiendo ya una amenaza tanto para la salud de los ciudadanos como para la integridad de algunos elementos arquitectónicos, y si persigues su control a través de métodos sostenibles y respetuosos con la propia especie, contacta con COPLAGA a los teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para la de Sevilla).
No hay comentarios:
Publicar un comentario