Virus del Nilo: pendientes de las lluvias y las altas temperaturas para cerrar la campaña

Nuestro país permanece en época crítica del virus del Nilo. Conviene no bajar la guardia a pesar de los escasos focos de fiebre de este verano, ya que no ha terminado la temporada. Las lluvias que se están produciendo y las temperaturas todavía altas hacen que no debamos relajarnos, para asegurar el éxito de las intervenciones.

Cabe recordar que este virus, provocado por la picadura del mosquito de género Culex (C. pipiens y C. perexiguus entre otros), presentó una incidencia sin precedentes durante el año pasado en nuestra zona geográfica, con hasta 77 casos en humanos (56 en Sevilla, 15 en Cádiz y 6 en Badajoz), ocho de los cuales fallecieron.

En este sentido hay que contextualizar que no hay transmisión de persona a persona, sino solo por picadura del mosquito, por lo que las medidas de prevención de la infección se deben centrar en evitar estas picaduras. Entre estas medidas se encontrarían colocar telas mosquiteras en ventanas y puertas, así como intentar no permanecer al aire libre entre el atardecer y el amanecer.

No debemos dejar de lado normas preventivas como la limpieza de zonas propicias a la aparición de mosquitos, ya sean estas domésticas o peridomésticas. Dentro de este apartado se incluirían las aguas estancadas, las albercas, los tanques o cualquier otro recipiente al aire libre donde se pueda acumular agua. Tampoco conviene olvidar el tratamiento invernal de las piscinas. Pasado el verano muchas de ellas se dejan llenas de agua y sin tratamiento alguno, lo que supone un foco muy importante de cría de mosquitos.

La colaboración entre el personal experto en gestión de plagas y sanidad ambiental como el de COPLAGA y las diferentes administraciones competentes está resultando fundamental para eliminar riesgos potenciales y reales para las personas.

De hecho, este año la incidencia ha disminuido sustancialmente a consecuencia entre otros factores de esa colaboración mantenida entre el sector de la gestión de plagas y la Junta de Andalucía y sobre todo los Ayuntamientos. Cabe recordar que en marzo la Junta publicó un Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores, para vigilar y eliminar las poblaciones de estos mosquitos en la zona de influencia del brote, y así controlar el riesgo de enfermedad neurológica por este virus en humanos.

El conocimiento de las empresas de gestión de plagas y sanidad ambiental como COPLAGA ha permitido evaluar diferentes situaciones sobre el terreno ante posibles brotes del virus y, al mismo tiempo nuestros profesionales han aportado la experiencia y habilidades necesarias para su control.

Convendría mantener campañas de información destinadas a la población, con la propuesta de pautas para la eliminación de focos domésticos y la protección personal de la vivienda, aun a sabiendas de que el tratamiento está resultando muy efectivo.

Para cerrar con totales garantías una campaña en la que las cosas se han hecho bien en el combate del virus del Nilo, no dejes de confiar ahora en la solvencia del trabajo técnico de especialistas como los de COPLAGA, llamando a los teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para la de Sevilla). 

Plagas: deja su prevención de cara al otoño en manos de profesionales y evita daños para tu casa, negocio o industria

Las plagas suelen causar una gran cantidad de inconvenientes en diferentes circunstancias. No conviene relajarse ahora que llegan el otoño y la bajada de temperaturas, ya que estos animales tan molestos y repulsivos siempre pueden estar ahí y esperar cualquier oportunidad para volver a reproducirse.

Si eres propietario de un negocio o de una nave industrial, pueden ponerlos en riesgo, con un daño añadido para tu imagen de cara al público o en la destrucción del género que almacenes. Pero si hay un lugar en el que es inadmisible encontrarse con infestaciones de este tipo son los que tienen orientación hacia la salud.

La mala imagen que se proporciona es máxima, además del evidente riesgo para la salud. Si a eso le sumamos la amenaza de la mala publicidad por el boca a boca, tenemos la ecuación perfecta para que ese negocio sufra pérdidas económicas.

Lo más habitual frente a estas plagas es utilizar productos de uso común, que solo solucionan de manera temporal la problemática. Independientemente de que se trate de un particular, una gran empresa o un ayuntamiento, los técnicos de control de plagas como los de COPLAGA ponen sus esfuerzos en erradicar a fondo la problemática que puedan causar por estos animales.

Conseguir un entorno saludable es nuestro objetivo. Afrontar un control de plagas bien planificado se convierte en una inversión bien realizada, muchísimo más efectiva que cualquier otra acción que podamos emplear, y sin riesgos para la salud.

De una empresa profesional en este campo pueden esperarse varias cosas. Una es la efectividad: que cuente con los medios humanos y técnicos para solucionar el problema del cliente. También se espera que los productos que se emplean tengan un impacto bajo sobre las personas, otros animales y el medio ambiente. Los biocidas han de encontrarse autorizados por el organismo competente, en nuestro caso por la Junta de Andalucía.

No conviene perder el tiempo en cuanto el problema aparezca. Igualmente, realizar una labor de mantenimiento o preventiva es la mejor medida para evitar estos inconvenientes. La tranquilidad de tu hogar, tienda o industria está por encima de todo.

No permitas que ninguno de ellos esté en riesgo, y pon la solución antes de que aparezca el problema, por medio de acciones preventivas ahora que está entrando el otoño. Para ello contacta con COPLAGA a través de nuestros teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para la de Sevilla).  

Gorgojos: cómo pueden llegar a nuestra cocina y qué hacer para combatirlos

La cocina es uno de los lugares donde más insectos podemos encontrar, porque proporciona tres elementos básicos que las plagas necesitan para sobrevivir: comida, agua y refugio. Puede que estés organizando todos los ingredientes en la encimera para preparar cualquier receta y de pronto te encuentres unos pequeños insectos dentro de la harina o el arroz...

Uno de ellos pueden ser los gorgojos, conocidos en el sector de la agricultura por ser una de las plagas más dañinas para los cultivos. Miden de 3 a 60 milímetros, y son muy identificables por su forma alargada y su color marrón-rojizo o negro. Son insectos fitófagos, que se alimentan principalmente de materias vegetales.

Dentro de ellas no discriminan su fuente de alimentación, pues podemos verlos escondidos en la despensa en cereales, especias, harinas u otros alimentos empaquetados como el arroz.

Los gorgojos suelen llegar a nuestro hogar dentro de esos productos. El arroz, las semillas de girasol, el maíz, los fideos o las legumbres pueden traer consigo larvas desde su cosecha, y se reproducen antes de que podamos darnos cuenta de que el envase está infectado en el supermercado.

Los roedores y otros animales silvestres también pueden traer a nuestra casa semillas o frutos secos que podrían estar infectados con la plaga, y terminar transmitiéndola a nuestra cocina.

¿Qué hacer si aparecen? Los gorgojos son muy hábiles, por lo que no bastará con retirar los productos afectados. Es importante limpiar de manera profunda las áreas involucradas, como estantes y cajones, ya que si no volverán a aparecer en alimentos sanos.

Los gorgojos adultos son apreciables a la vista, pero pueden ser indetectables cuando son larvas. Si optas por acabar con ellos con insecticida, debes tener mucho cuidado con el uso de este, ya que podría afectar a otros alimentos cercanos. Es recomendable detectar los productos infectados, retirarlos y observar qué zonas han sido afectadas antes de rociar el insecticida.

Si la infestación en tu hogar ha llegado ya a unos niveles incontrolables, o si gestionas una empresa de almacenamiento alimentario y has detectado la presencia de gorgojos, lo mejor es ponerse en manos de especialistas como los de COPLAGA. Contacta con nosotros a través de los teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para la de Sevilla). 

Gaviotas: factores que pueden repercutir en una mayor presencia en las ciudades en un futuro próximo

Alimentarse de residuos convierte a las gaviotas patiamarillas (Larus michahellis) en vectores potenciales de enfermedades. Un estudio del Grupo de Ecología de Aves Marinas de la Facultad de Biología y el Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la Universidad de Barcelona ha revelado que su dieta ha cambiado drásticamente en los últimos veinte años.

Cerca del 50% de sus recursos alimenticios procede hoy de los vertederos o de las industrias cárnicas, cuando hasta ahora consumían recursos estrictamente marinos. El incremento de la población humana en ciertas zonas y la abundancia y disponibilidad de esos residuos orgánicos pueden explicar su patrón alimentario actual.

Las gaviotas son una especie con una alta capacidad para adaptarse a los hábitats transformados por la acción humana. En paralelo, la gran disponibilidad de alimento ha disparado las poblaciones, una situación que comporta problemáticas asociadas sobre todo con su interacción con las personas.

En las últimas décadas el modelo de consumo humano ha hecho que la producción de subsidios alimentarios haya crecido mucho, lo que ha comportado que ahora sean una fuente de alimento esencial para muchas poblaciones de fauna salvaje. Estas especies pueden aumentar notablemente sus poblaciones y originan problemas como las molestias en las ciudades, la transmisión de enfermedades o accidentes en carreteras o aeropuertos.

La gaviota patiamarilla en concreto es una especie completamente adaptada al uso de subsidios alimentarios de origen humano. Tiene una enorme plasticidad alimentaria y de comportamiento, y esto hace que se pueda alimentar con diversidad de recursos. Estos hábitos alimentarios la convierten en un vector potencial de enfermedades, aparte de favorecer explosiones demográficas.

Las conclusiones del estudio revelan varios cambios significativos en la dieta de las gaviotas patiamarillas. Pero el escenario actual se agravará indirectamente aún más debido a varias políticas impulsadas por la Unión Europea, que reducirán la accesibilidad de las gaviotas a los subsidios alimentarios.

Varias directrices comunitarias relativas al vertido de residuos conllevarán una gran disminución de los restos disponibles en los vertederos. Igualmente la política europea sobre la conservación de los recursos pesqueros, que conlleva la prohibición de tirar por la borda el rechazo de la pesca (principal fuente de alimento de muchas aves marinas hoy en día) podría acabar con la imagen de estas siguiendo la ruta de los pesqueros para alimentarse.

Si consideramos la falta de disponibilidad de alimento de la gaviota, además de la dificultad de cubrir su demanda energética solo con el consumo de invertebrados terrestres, todo apunta a una mayor presencia en las áreas urbanas en un futuro no muy lejano, sin olvidarnos de los problemas asociados que ello supone.

Como tantas otras veces hemos hablado, la prevención y la atención a factores como estos es clave a la hora de controlar ese aumento en la llegada. Cuando esta ya se ha producido, lo ideal es recurrir a soluciones sostenibles, como las que propone COPLAGA. Si te encuentras ya ante una situación de este tipo ponte en contacto con nosotros a través de nuestros teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para la de Sevilla).

Lepismas: la antesala de la posible llegada de ácaros o de otros nuevos insectos

El 'pececillo de plata' es una plaga que fácilmente podrás encontrar tras el verano en zonas húmedas de tu casa como las partes inferiores de los armarios o sobre todo en el baño. Conocido científicamente como Lepisma saccharina, es un pequeño insecto alargado y de color gris, similar a un ciempiés pero más fino. No tiene alas y puede vivir entre dos y ocho años.

Los lepismas acarrean la aparición de ácaros o de nuevos insectos, y se alimentan de materia orgánica formada por almidón y otros polisacáridos como el cartón, la celulosa del papel, el moho, los azúcares, los restos de tejidos o los cabellos.

Se ubican siempre en espacios húmedos y oscuros, por lo que es frecuente encontrarlo cerca del agujero de las bañeras o de las pilas de los baños. También puede aparecer en el agujero de drenaje de las pilas de las cocinas. Nunca se presentan en lugares en los que lleguen frecuentes rayos de luz, por lo que también pueden establecerse en los muebles, tanto en la parte posterior como por debajo si hay alguna tubería cerca.

Para evitar que su estancia se alargue y eliminarlos es fundamental que el espacio de la casa donde aparezcan tenga una buena y constante ventilación. Este es un aspecto que tendrás que revisar en general en tu hogar. Evita la humedad, sobre todo en el baño. Si acabas de ducharte, abre la puerta y las ventanas. Sella las grietas del suelo en las baldosas con cemento, no con silicona, ya que esta se convierte en alimento para ellos. Y no te olvides de desinfectar con lejía o con agua y amoniaco las zonas afectadas.

En el caso de que la presencia de los lepismas no sea algo meramente testimonial sino que te encuentres ante una verdadera infestación, ponte en contacto con COPLAGA a través de nuestros teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para la de Sevilla) para que podamos abordar el problema.

Mosquitos: un repaso a las especies más comunes en nuestro entorno... y una invitada

La llegada de algunas lluvias y la permanencia de las altas temperaturas auguran un incremento de las picaduras de mosquitos. Algunos trastornos inmunitarios pueden llegar como consecuencia de las reacciones a dichas picaduras. La generación de residuos, la acumulación de aguas residuales o estancadas o el almacenamiento de alimentos contribuyen a la proliferación de diferentes especies y, entre ellas los mosquitos.

Las especies invasoras como el mosquito tigre (Aedes albopictus) son las que acaparan mayor atención mediática, pero el mosquito común, la especie Culex pipiens, es el más abundante y extendido.

De esta los dos biotipos significativos en nuestro entorno son el Culex pipiens pipiens y el Culex pipiens molestus. Este último tipo de mosquito pica por lo general a la salida del sol, a su puesta y durante la noche, y puede favorecer la transmisión de enfermedades como el virus del Nilo Occidental, entre otras.

El Culiseta longiareolata, un mosquito de gran tamaño, es otra especie común en el ámbito cercano a nosotros, pero es inofensivo para las personas, ya que solo se alimenta de aves.

El Aedes albopictus o mosquito tigre, que ya hemos mencionado, es una de las cien especies más invasoras en todo el planeta, aunque es muy sensible a la desecación. Las hembras ponen los huevos en pequeños reservorios de agua como macetas, bidones o huecos en los que se almacena una pequeña cantidad de agua.

El Aedes caspius es una especie distribuida en toda España y Europa. Es muy agresiva y pica durante el día, además de que puede llegar a desplazarse hasta 40 kilómetros de distancia.

Los simúlidos o mosca negra (así llamados por su apariencia) son dípteros del suborden Nematocera, que siempre han existido en las áreas con ríos, arroyos o canales de riego. Sus mordeduras son muy dolorosas porque llegan a seccionar terminaciones nerviosas. Las hembras depositan los huevos directamente en el agua (en el curso alto y medio de ríos y arroyos) y en la vegetación colgante de las orillas.

La primera de las medidas que podemos tomar para reducir el número de picaduras de mosquitos en casa pasa por evitar el acceso de los insectos al hogar. A la hora de utilizar insecticidas es importante conocer sus métodos de aplicación y composición. Si salimos a pasear por el campo se recomienda evitar las zonas con mucha vegetación y los cursos rápidos de agua, en especial al amanecer y al atardecer.

Si utilizas un repelente en esas salidas al exterior, es importante que selecciones uno de larga duración, que no sea irritante para la piel y las mucosas y que sea resistente al agua. En caso de recibir alguna picadura es importante no rascarse.

Cuando estemos hablando de una verdadera invasión de mosquitos en nuestra casa, o cuando la situación sanitaria requiera de una actuación específica en una zona concreta (utilizando métodos que no afecten a la biodiversidad) lo mejor es ponerse en contacto con especialistas como los de COPLAGA. Accede a nosotros a través de los teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para la de Sevilla). 

Garrapatas: las razones del patente cambio en su estacionalidad

Las alertas se han encendido en numerosas zonas de España ante el aumento de las garrapatas. De partida se consideraban una plaga estacional, aunque dicho factor está desapareciendo. Comúnmente proliferan más con temperaturas altas, por lo que si se está dando un aumento global de estas, habrá más probabilidad de que se presenten.

Los veranos se alargan, y eso hace que tengamos casos de garrapatas tanto en marzo, abril o mayo como en octubre y noviembre. La incidencia es ahora más alta que antes en el medio natural, tanto para los excursionistas como para las personas vinculadas a las tareas al aire libre. De hecho algunos agricultores señalan que en los terrenos de secano se están produciendo bastantes picaduras.

Los expertos alertan de que pueden ser un foco de infección y de graves riesgos para la salud pública. No son enfermedades fáciles de detectar, por lo que los médicos indagan en preguntas al paciente si han estado en zonas boscosas o en contacto con animales, lo que puede indicar riesgo de exposición a la picadura. Entre las enfermedades habituales que transmite están la fiebre botonosa mediterránea y la enfermedad de Lyme, las cuales producen episodios febriles pero se pueden cronificar.

Lo más recomendable es extremar la precauciones. Cuando salgas al campo viste ropa que cubra tus piernas y tus brazos, lleva calzado cerrado y calcetines y usa repelentes. Si detectas una garrapata, no la manipules ni acudas a los antiguos métodos caseros, como impregnarlas en aceite o gasolina, ni mucho menos matarla o meter un alfiler. Usa pinzas con borde romo, introdúcelas entre la piel y la cabeza de la garrapata, poniéndolas en ángulo recto, y haz una extracción suave y mantenida.

En términos globales es fundamental que las administraciones activen los protocolos de control necesarios, y que realicen labores de prevención. Para ello pueden contar COPLAGA. Si tienes esta competencia y quieres atajar cualquier afluencia de garrapatas, contacta con nosotros a los teléfonos 956 83 47 58 (para la provincia de Cádiz) ó 955 66 74 08 (para la de Sevilla).